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¿Conoce a tu enemigo? Apuntes sobre defensa personal…

Si llevas un tiempo practicando Artes Marciales, seguro que habrás escuchado esta cita: si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, no temas el resultado de cien batallas; si te conoces a ti mismo, pero no conoces al enemigo, por cada batalla ganada perderás otra; si no conoces al enemigo ni a ti mismo, perderás cada batalla. Pertenece al libro de Sun Tzu El arte de la guerra, escrito hace dos mil quinientos años.

Para mí, la cita significa que es muy importante entender las fortalezas y debilidades de tu oponente, así como las tuyas propias. Así puedes idear una estrategia que evite las fortalezas del oponente al mismo tiempo que ataque sus debilidades con tus propias fortalezas. Para tomar la decisión de cuál de nuestras fortalezas usar, debemos “conocer a nuestro enemigo”. Y me atrevería a sugerir que muchos artistas marciales no tienen claro ­­–a veces sin siquiera ser conscientes de ello­– quién es realmente su enemigo.

1. INFORMACIÓN SOBRE NUESTRO ‘ENEMIGO’

Si eres un boxeador profesional, sabrás con meses de antelación quién es tu oponente. Como parte de tu preparación, estudiarás qué sabe hacer bien y cómo defenderte de ello. También estudiarás las debilidades de su estilo y cómo explotarlas a tu favor. Sin embargo, en una situación de defensa personal, seguramente no podrás saber quién es tu oponente hasta instantes antes del encuentro, además, muy probablemente será la primera vez que te topes con ese individuo. La pregunta es entonces: ¿es posible “conocer a tu enemigo” en una situación de defensa personal?

Cuando hace tiempo participaba en competiciones de Karate (antes de que mis estudios sobre el Karate me llevaran en otra dirección), no tenía ni idea de los rivales que estaban en mi categoría hasta que llegaba al torneo. Se podría decir que, en esas ocasiones, yo no “conocía a mi enemigo”. Ciertamente, no los conocía como individuos. No tenía ni idea de cuáles eran sus habilidades individuales, pero en el fondo sí que sabía mucho sobre ellos. Sabía que todos eran karatekas y estarían entrenados de forma similar. Sabía bastante sobre su estilo (era el mismo que el mío) y por ello qué tipo de técnicas esperar. Conocía las reglas (bueno, la mayoría de ellas) y qué esperar de cómo iban a luchar. Conocía su tamaño (estaban en mi categoría de peso) y sus grados. Sabía que estarían llenos de adrenalina y que tenían el deseo de ganar, o por lo menos de darlo todo. Y así con muchas otras cosas. Toda esta información conocida, se podía utilizar para formular un plan de acción que funcionara. Así que aunque no los conociera individualmente, los conocía como grupo. En ausencia de información más detallada, este conocimiento me permitía idear un plan y estrategia de cara a los campeonatos.

Podemos sacar mucha información de nuestro oponente simplemente por el entorno donde lo encontramos. Por ejemplo, si estoy en un campeonato de Judo, con toda probabilidad mi oponente será un Judoka. Sabiendo eso, entrenaré de un modo que me permita derrotar a judokas. Sin embargo, cuando los artistas marciales analizan o hablan sobre el entrenamiento de defensa personal, a menudo hacen evaluaciones incorrectas sobre los atributos potenciales del oponente. No “conocen a su enemigo” y por lo tanto su entrenamiento no está bien enfocado.

 

Estrategias de defensa personal

2. el ‘enemigo’ en la defensa personal

Si monto un curso de defensa personal y la primera técnica que enseño es una defensa contra una patada circular en giro, ¿cómo te quedarías? Como artista marcial entrenado, creo que pensarías: “esté tío no tiene ni idea de lo que habla. ¡Una pelea real no es como una peli de kung fu! O sea, ¿cuántas probabilidades hay de que alguien me haga eso en una pelea real? ¿No deberíamos estar haciendo algo más práctico?” Todos esos son comentarios válidos. Si me concentro en defenderme contra ese tipo de patadas tan hábiles, significa que estoy asumiendo que mi “enemigo” es un gran pateador y que va a utilizar las piernas como primera opción. Creo que coincidiréis conmigo en que eso es muy poco probable que pase en una situación de defensa persona. Si me centro en ese tipo de posibilidades remotas, sería correcto asumir que no “conozco a mi enemigo”. En defensa personal generalmente no lucharemos contra un practicante avanzado de Taekwondo, lo que nos encontraremos con más frecuencia es gente con experiencia en reyertas. Matones.

Como en la situación del torneo de Karate que mencionábamos antes, el hecho de que el oponente esté buscando una pelea real nos dice dos cosas: A) es un peleador callejero hábil, o B) cree que es un peleador callejero hábil. ¿Por qué sino estaría buscando pelea? Si se da el caso B, quizá acabe teniendo un duro “despertar”, y ya pensará diferente la próxima vez. Si en cambio estamos en el caso A, tenemos un problema. Aquí viene el mensaje principal del artículo: cuando los practicantes de artes marciales entrenan para defensa personal, muchas veces asumen incorrectamente que un “peleador callejero hábil” actuará como un “practicante hábil” de su propia disciplina. No “conocen a su enemigo” y por lo tanto su entrenamiento está mal enfocado. Esto no se aplica a todos los artistas marciales, pero sí a muchos más de lo que a priori se piensa. El peligro real viene cuando la gente no se da cuenta de que se puede aplicar a ellos. Recuerda que también debemos “conocernos a nosotros mismos”.

Un buen amigo mío, en su juventud, siempre se estaba metiendo en peleas. Nunca perdió ninguna. Su sistema de combate consistía en “Le voy a hacer picadillo con mi derecha. Si se mantiene en pie, cabezazo. Y si sigue de pie, me doy piro”. Parece un sistema demasiado simple, ¡pero funcionaba! Funcionaba precisamente por su simplicidad y porque acumulaba experiencia haciéndolo funcionar. Pulió ese sistema a base de confrontaciones reales. Mi amigo era un “peleador callejero hábil”; el tipo que te encontrarás con más probabilidad en una situación de defensa personal. No tenía ningún entrenamiento formal, pero su nivel de efectividad estaba por encima del de muchos artistas marciales. Su experiencia y feroz aplicación de una simple estrategia lo convertían en un contendiente muy serio para alguien incluso con años de entrenamiento. Y como artistas marciales no nos gusta nada esa idea. Por eso preferimos asumir incorrectamente que un “peleador callejero hábil” actuará como un “practicante hábil” de nuestra propia disciplina.

Un ejemplo obvio es el de practicantes de Karate o Taekwondo entrenando “técnicas de defensa personal” contra golpes típicos de Karate o Taekwondo. Esta práctica ha sido criticada por su poco pragmatismo, como lo sería plantear defenderse de una patada circular en giro en el contexto que presentábamos antes. El “peleador callejero hábil” no hace técnicas de ese tipo, ya que no ha recibido entrenamiento.

 

El enemigo del Taekwondo no es el enemigo de la defensa personal

3. UN CONTEXTO, UN ‘ENEMIGO’

En tiempos recientes, muchos artistas marciales se han dado cuenta de que muchos de sus métodos no son prácticos. Y lo que han hecho simplemente es cambiar de estilo. Por supuesto, el “peleador callejero hábil” seguramente no te atacará con patadas de Taekwondo o con puños a distancia de Karate, pero también es poco probable que te haga una entrada, te proyecte al suelo y te finalice con una llave de brazo. Es tan probable que el “peleador callejero hábil” no sea competidor de UFC (o similar) como tampoco un alto Dan de Karate. Aunque ahora que lo pienso, hay muchos más cinturones negros de Karate que competidores de MMA, así que sí es más probable que te ataquen con un golpe de Karate que con una llave de brazo u otra sumisión. A lo que quiero llegar es que muchos practicantes de Artes Marciales Mixtas cometen el mismo error que muchos artistas marciales tradicionales: asumen que un “peleador callejero hábil” actuará como un “practicante hábil” de su propio estilo. Y también como los artistas marciales tradicionales, muchos no se dan cuenta de ello.

Hay muchos métodos tradicionales y modernos que son muy efectivos para protegerse, pero existen los mismos, o incluso más, que no tienen claro quién es el “enemigo”. ¿Cuántos clubs que venden artes marciales “reales” conoces que se pasan la mayor parte del tiempo entrenando para luchas en el suelo? Asumen que en un contexto de defensa personal, el enemigo será un grappler experimentado como los que se ven en UFC (los cuales no pueden morder o atacar a los genitales, etc.). Esto está tan equivocado como el practicante de Taekwondo que enfoca la defensa personal como un intercambio de patadas a distancia, o el Karateka que cree que una pelea real va de golpes con el dorso lanzados desde lejos. Una vez más, no tienen claro quién es el “enemigo”.

En defensa personal, el “enemigo” utilizará métodos simples y feroces. Es en esos métodos en los que debemos centrarnos durante nuestro entrenamiento de defensa personal. Desde luego hay otras muchas razones para entrenar: disfrutar, hacer deporte, mejorar nuestra condición física, etc. Pero de cara a los aspectos de defensa personal de nuestro arte, el foco debería estar en la simplicidad y en la ferocidad. Técnicas que quizá no serán adecuadas para enfrentarnos al “enemigo” de las competiciones, pues estarán prohibidas o serán fácilmente contrarrestadas por los más experimentados. Hay que recordar el consejo de Sun Tzu y “conocer a nuestro enemigo” en cada situación. De esta manera aplicaremos la estrategia más adecuada para asegurar nuestra victoria en cada caso. Lo que funciona bien contra un “enemigo” no funcionará bien contra otro.

Los artistas marciales del pasado entendían muy bien este asunto. Como karateka que soy, una de mis citas favoritas es de Choki Motobu (tuvo centenares de peleas reales, y raramente perdió), quien dijo: “Las técnicas de los kata nunca se concibieron para utilizarse contra un luchador profesional, en una arena o en un campo de batalla. Se concibieron para ser efectivo contra alguien que no tiene idea de luchar o de la estrategia utilizada para contrarrestar su comportamiento agresivo”. Motobu conocía a “su enemigo” (matones sin entrenamiento), y conocía para qué entorno sus técnicas eran válidas. Por eso él era tan efectivo. Cabe señalar que Motobu se refiere a las técnicas originales de los Kata, no a las aplicaciones descafeinadas e inefectivas que mayormente se enseñan hoy en día. Pero su punto es válido. También vale la pena mencionar que Motobu perdió contra un wrestler en un combate amistoso. Aunque sabía cómo gestionar la situación frente a los matones de los peores distritos de Okinaewa, no sabía cómo enfrentar las refinadas habilidades de grappling de un wrestler. Él tenía el entrenamiento y la experiencia para lidiar con un tipo de enemigo, pero no para otro tipo. Esto también ocurre a la inversa en las historias que escuchamos donde un campeón de artes marciales acaba knockeado por un borracho en un pub. Siendo capaces de derrotar a cualquier “enemigo” de un tipo concreto, perdieron por completo frente a otro tipo.

Top Artes Marciales - Choki Motobu

CONCLUSIONES

El camino hacia la victoria es distinto en una competición de Karate y en un torneo de Judo. También es diferente a lo que necesita un boxeador o lo que necesita un competidor de artes marciales mixtas. Y todo ello es diferente de lo que se necesita para la defensa personal. Existe un terreno común, pero hay demasiadas diferencias clave (de la misma manera que el tenis, bádminton y squash usan todos raquetas, pero ser campeón en tenis no te garantiza ser bueno en squash). La razón a estas necesidades distintas es que el “enemigo” es distinto.

Necesitamos “conocer a nuestro enemigo”. Solo entonces podremos determinar qué métodos y estrategias son los más válidos para cada situación. Es muy fácil perder de vista el balón y empezar a entrenar para el “enemigo” incorrecto. Fallamos en reconocer cuál de nuestras habilidades y atributos son los válidos para cada situación. Como Sun Tzu dijo hace aproximadamente dos mil quinientos años, eso significa que “hay peligro en todo conflicto”.

Fuente: Marc Campos Mula / fight-time. com

¿POR QUÉ FUNCIONA EL TAI CHI CHUAN COMO DEFENSA PERSONAL?

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La imagen que hoy se tiene del Tai Chi Chuan a nivel popular es de una danza suave muy apropiada para la salud.

Si bien es cierto que esta faceta saludable del Tai Chi se ha extendido mucho entre la población mundial, debido a la necesidad de la gente de bajar sus niveles de estrés y ansiedad en un mundo cada más acelerado. Al mismo tiempo esto ha provocado una gran distorsión sobre el Tai Chi Chuan original, que como la palabra dice (Chuan = puño o sistema de combate) es originalmente un arte marcial.

Los que conocemos con un poco más de profundidad este arte marcial, sabemos lo letal que puede llegar a ser y lo adecuado que es como auténtica y verdadera defensa personal.

Arte marcial - exercícios - Tai Chi Chuan                                                                                                                                                     More

A pesar de las dificultades que presenta un artículo escrito para poder tratar este tema en toda su amplitud, trataré de explicar humildemente, con sencillez y claridad, algunos de los argumentos sobre qué es tan poderoso el Tai Chi Chuan como defensa personal.

En primer lugar, todos los expertos en defensa personal real que he podido consultar en varios años tienen un denominador común: “el arma más poderosa que usted tiene ante una situación de violencia o agresión es. SU MENTE”.

Precisamente el Tai Chi Chuan es un arte marcial interno, es decir, un arte marcial donde además de trabajar con el cuerpo se trabaja también con la mente. Es más, en el auténtico Tai Chi Chuan se busca que la auténtica fuerza, el verdadero poder salga de la mente y se manifieste a través de ella luego en el cuerpo.

En este arte marcial se busca trabajar con el Chi, que es una energía superior, mucho más fina y potente que la fuerza muscular. Y se enseña que el Chi lo mueve la mente, es decir, la mente tiene el poder de modificar el Chi de una persona, y éste a su vez modificará el cuerpo.

No es mi intención ni tengo espacio en este artículo para polemizar sobre la existencia y realidad de Chi. Si el lector está interesado le recomiendo que lea: “El libro del Ki” de Koichi Tohei” u otros tratados ya publicados al respecto.

#TaiChi moves for fitness and stress relief!

En el entrenamiento del Tai Chi de combate, el practicante se entrena en mantener el cuerpo relajado y la mente concentrada, sin ansiedad, mientras está sometido a presión. Esto determina una serie de fenómenos como los que a continuación destaco:

– Poder soltarse de cualquier llave, luxación o agarre por parte del adversario.

– Cuando el cuerpo está completamente relajado y la mente concentrada y en silencio, se desarrolla la intuición del cuerpo, lo cual permite, por ejemplo,  bloquear un golpe lanzado hacia nosotros con poco esfuerzo, absorbiendo la energía del golpe sin recibir daño. Además se observa que la persona que lanzó el golpe es la que recibe el daño. Es como si la energía que lanzó, al no encontrar respuesta o apoyo en el adversario volviera al atacante perjudicándole a él mismo.

– Así también, esta intuición del cuerpo, unificado con la mente permite que lleguemos a tiempo para poder parar el golpe de puño, de pierna, un ataque de cuchillo, etc. Incluso, en múltiples ocasiones anticiparnos a él.

– También el “Arte de la Suavidad” permite en el practicante desplazamientos sutiles del cuerpo que hacen al luchador estar fuera de la línea de acción del adversario, así como poder acercarse a él sin que se de cuenta, generando en el adversario una gran sorpresa.

– Cuando se lanzan los golpes de percusión, llamados en este arte Fa Chi o Fa Jin. El adversario es sorprendido, pues son golpes que salen sin avisar, sin “telegrafiar” el golpe, pues no necesitan de la energía mecánica del cuerpo que necesita un golpe convencional.

Así,  estos golpes de percusión, sorprenden al adversario, produciéndole además un gran daño, tanto por la potencia que son capaces de generar, como por la sorpresa que producen en el adversario.

A nivel electromagnético, cuando una persona va a recibir un golpe, de manera inconsciente “cierra” su cuerpo, haciendo que el golpe quede en la superficie, esto es natural, forma parte de los instintos naturales del cuerpo.

Pero cuando la persona recibe un golpe de Tai Chi, no es capaz de reaccionar a tiempo y no cierra su cuerpo a nivel electromagnético, permitiendo esto que el golpe penetre en profundidad en el cuerpo produciendo un estado de ”Shock”, algo así como un cortocircuito que hace que la persona quede completamente anulada.

– Con las luxaciones, proyecciones y puntos vitales, pasa exactamente lo mismo, cuando éstas se realizan con Fa Chi, el adversario no puede resistir esa fuerza, pues es de una dimensión diferente y superior a la fuerza muscular y es anulado por completo.

Por supuesto que esto requiere un entrenamiento exhaustivo, pero es lo mismo en cualquier otro arte marcial o en cualquier otro arte en general. Pero cuando esto se entrena de manera continuada durante el tiempo necesario, produce unos efectos muy poderosos y de alta calidad.

– Por otro lado, el Tai Chi de combate, como decíamos antes entrena muy fuertemente toda la parte psicológica, trabajando el rebajar al mínimo la ansiedad en plena situación de estrés u opresión, como es un combate. Esto produce unos beneficios extraordinarios en el practicante, pues le hace desarrollar la serenidad y la concentración en caso de peligro, que, como decíamos antes y como dicen todos los que saben de verdad sobre defensa personal es el arma más importante que tenemos para salir bien parados de ello.

No quiero alargar más este artículo, confiando en que será suficiente para hacer pensar a aquellas personas que investigan con honradez y buen corazón en el mundo de las Artes Marciales. Tan sólo decir, que esto es tan sólo una breve exposición del tema y que por supuesto es muy ampliable.

En la escuela Wu S’hin trabajamos el Tai Chi de combate con la intención de poder mostrar todo esto de forma práctica a los sinceros practicantes que se acercan a nuestras puertas con la sana intención de profundizar un poco en el mundo de las Artes Marciales.

 

Carlos Pedro Bernat

Profesor de Tai Chi de Combate y Defensa Personal.

Mail: taichi5castellon@gmail.com

 

Entrevista con Anastasía Yankova, luchadora rusa de MMA

Pese a su belleza, en lo último que piensa esta luchadora de artes marciales mixtas al pelear es en protegerla: su prioridad es demostrar que lucha tan bien como un hombre. En Entrevista, de RT, Anastasía Yankova, campeona de Rusia de muay thai en el 2011, habla de su amor por la poesía, en contraste con su deporte y su recién firmado contrato con Bellator, de los sentimientos que reflejan sus tatuajes y revela qué le atrae tanto de las armas blancas como para tener una colección de cuchillos.

https://actualidad.rt.com/view/video_frame/207535

(Por cierto te recomendamos también:

UFC: Anastasia Yankova, la sensual peleadora rusa que rechazó a la compañía (FOTOS)

EL SUTIL ARTE DE LA FLEXIBILIDAD

 

Con el interés creciente en Europa por las artes de combate asiáticas como el Karate, Kung Fu y Tae Kwon Do, etc., la eficacia del arte del Judo ha sido puesta en entre dicho. ¿Es el Judo un método efectivo de defensa personal?, ¿Es el Judo deportivo práctico?

Para contestar a la última pregunta uno debe, con toda honestidad decir que no. El Judo deportivo es un método de defensa tan práctico como la lucha lo es en un instituto. La razón para esto es bastante simple: el Judo deportivo es un juego hecho de técnicas de combate, pero no es un combate verdadero, tampoco, se puede decir que prepare a alguien para el combate real, el que puede ocurrir en las calles.

Para contestar a la primera pregunta de si el Judo es un método efectivo de defensa personal, debemos decir que lo es tanto como el Karate, el Kung Fu o el Tae Kwon Do. En algunas situaciones el Judo tal vez sea superior a otras artes. La distinción reside entre las artes del Judo deportivo. Pero ¿Son en realidad dos artes marciales diferentes? Sí y no: sí, puesto que sus motivaciones son totalmente diferentes, y no porque no son dos sistemas separados sino que uno es parte del otro. El Judo se puede comparar más concretamente a un árbol con diferentes ramas. estas ramas pueden ser etiquetadas como deporte, defensa personal, educación física, o arte. Es decir el judo deportivo es una de estas ramas del árbol del Judo. Desgraciadamente, muy a menudo, un aspecto del Judo es enfatizar por encima de los demás lo que provoca que se ignore otras diferentes ramas del arte. Este problema no atañe simplemente al Judo, el Karate actualmente esta experimentando el mismo mal debido a su introducción como futuro deporte olímpico.

El Judo posee 4 puntos fuertes en términos de defensa personal:

Su habilidad para vencer a oponentes más grandes utilizando la energía del atacante.

La habilidad para luchar de cerca, la distancia en que se dan la mayoría de las situaciones de defensa personal.

La habilidad para predecir y controlar la cantidad de daño que uno desee infringir a su oponente, es decir, uno tan solo puede inmovilizarlo o puede hacer verdadero daño.

Y con las técnicas de Judo de proyecciones, inmovilizaciones, golpeos, etc. confeccionamos un arsenal que convierte el Judo en un sistema versátil de pelear. Judo.

JUDO: EL CAMINO DE LA FUERZA

El arte del Judo está basado en el concepto de ju o «gentileza» un concepto encontrado tanto en jujutsu como en aikido. Hay sin embargo muchas definiciones para ju. El doctor Jigoro Kano (fundador del judo) creía que muchas de estas definiciones eran malas interpretaciones del principio.

Estos errores, cuando son aplicados al judo distorsionan su teoría, produciendo una aplicación práctica inapropiada e irrealista. Cuando el principio de ju no es totalmente entendido, es cuando aparecen los conflictos obvios entre la práctica y la teoría.

Para los 4 propósitos, ju puede ser traducido como «cediendo». Digamos que la fuerza de un hombre que permanece enfrente de nosotros está representada como diez unidades, por el contrario mi fuerza inferior está representada por 7 unidades. Si el me empuja con toda su fuerza de seguro yo seré echado hacia atrás o tirado al suelo, incluso si yo resisto con toda mi fuerza «las diez unidades siempre serán más fuertes que siete». Pero si en vez de oponerme a él, lo que hago es ceder a su fuerza utilizando mi cuerpo cuando él ha empujado, al mismo tiempo que mantengo mi propio equilibrio, mi oponente perderá el suyo viniéndose hacia delante en una posición de total desequilibrio.

Es decir, el doctor Kano usó la frase ju joko go o sei suru que quiere decir «la suavidad controla la dureza, la debilidad controla la fuerza» para explicar ju. Kano tomó este concepto de trabajo taoísta chino, el tao-te ching escrito por Lao-Tzu. Lao-Tzu dijo: «Lo reverso es el movimiento del Tao (el camino)» Kano usó esta connotación para formar la base de su propia idea por la cual «la mayoría de las cosas que ceden en el mundo, dominan a aquellas que no ceden».

Aquello que cede no es necesariamente débil o suave en un sentido cualitativo, aunque el acto de ceder pueda parecer así en un sentido relativo, una fuerza que cede es solamente más suave o más débil que una fuerza que mantiene constantemente su dureza.

En muchas formas este concepto de ceder es muy similar al concepto Zen de Karada o Shite Seishin ni jujun narashimeru jutsu, o «el arte de hacer al cuerpo obediente a la mente».

El principio de ju ha sido aplicado a la ejecución mecánica de las técnicas del judo fue encontrado en la expresión kureba mukae, sareba okuru, que significa «cuando el oponente viene recíbele, cuando el se va échale fuera». Es igualmente unas veces entendido como «máxima eficiencia con el mínimo esfuerzo». El doctor Kano explica: el principio de eficiencia máxima es fundamental en el entendimiento del judo. Pero es algo más. La idea es colocar al oponente en una posición más que incómoda. Uno debe tomar ventaja de esto, mientras que esta en una posición superior, usando la mínima cantidad de esfuerzo para llevarle al suelo. La idea es usar su fuerza contra el mismo de forma que nuestra forma esté en reserva. Si yo poseo mayor fuerza que mi oponente, puedo indudablemente llevarlo al suelo sin que él pueda hacer nada para detenerme. Pero incluso si yo deseo, y tengo la fuerza para hacer eso, todavía sería mejor para mí ceder, por que haciendo eso habré cansado y gastado la de mi oponente.

Este es un simple ejemplo de como cediendo un oponente puede ser derrotado. Tal es el principio de ju.

DERRIBANDO AL OPONENTE

Por consiguiente, la premisa fundamental del judo es el concepto de «ceder a la fuerza del oponente» (ju). Sin embargo esto por sí solo no hace al judo un arte efectivo de defensa personal. Demasiada gente asociada al judo con técnicas de proyecciones cuando en realidad el judo tiene sus propias formas de pateo, golpeo, palancas y técnicas de sujeción tipo jujutsu, etc. La razón de que estas técnicas hayan sido apartadas es que están codificadas en las Katas de judo. Exacto, el judo tiene sus propias formas. Algunas Katas, como ju-no-kata («las formas de la gentileza»), preservan el concepto de ceder. Otras katas tales como la Kodokan Goshin-jutsu, introducen tácticas de defensa personal para nuestros días y el empleo del atemi-waza (técnicas de pateo y puñetazo). Incluso otras como Koshiki-no kata («las formas de la antigüedad»), preservan los métodos de jujutsu del estilo Kito Ryu que había estudiado el docto Kano.

Desafortunadamente muchas katas son estudiadas tan sólo por los niveles más altos de tercer dan hacia arriba, lo que limita la efectividad completa del entrenamiento en judo. Debido a esto las organizaciones como la Dai-Nippon Seibukan Budo/Budokas tradicionales hacen más énfasis en el judo tradicional, como el doctor Kano quería que fuera requeriendo y exigiendo a sus estudiantes mayor estudio de las técnicas del Judo.

El uso fundamental del ju es utilizar la fuerza. El verdadero entendimiento de usar la fuerza y el equilibrio es esencial a la hora de aprender como llevar a un oponente al suelo y como hacer del arte del Judo un método práctico de defensa personal.

La idea del uso de la fuerza en Judo es obtener el mayor efecto con la mínima cantidad de fuerza. Cuando lanzamos a un oponente fuera de su equilibrio, debemos aplicar el correcto desplazamiento de nuestro cuerpo. Sí, sin embargo no aplicamos la fuerza de forma correcta, la acción se convertirá en un combate de fuerza bruta más bien que en una ejecución de destreza. Este puede resultar en que un oponente llegue a dañarnos y nos impida defendernos de la forma adecuada.

El uso de la fuerza está dividido en tres puntos: empujar cuando tiran de nosotros; tirar cuando somos empujados; y empujar/tirar, tirar/empujar y la generación de la fuerza.

Empujar cuando tiran de nosotros-tirar cuando somos empujados: Este es el uso pasivo de la fuerza debido a que nosotros no iniciamos ningún movimiento por nosotros mismos sino que tan sólo cedemos el ataque del oponente simplemente ponemos, si nuestro oponente está empujando hacia nosotros muy poca resistencia cediendo a su fuerza, estando seguros de mantener nuestro propio equilibrio y forzándole a perder el suyo.

La clave para hacer que esto funcione es dominar el timing y permanecer calmados en pensamiento. El truco para derribar a un oponente con facilidad es sentir la intención de empujar o tirar en la mente de nuestro oponente antes de que la acción empiece por sí misma. Esto vendrá de forma automática a través de la práctica.

Empujar/tirar, tirar/empujar: Este es un método activo de la fuerza debido a que es necesario que nosotros iniciemos el movimiento. La idea es fingir, con un mínimo esfuerzo, un ataque con la intención de que el oponente se nos resista de forma que podamos proyectarlo en la dirección de su resistencia. Por ejemplo, si tú quieres lanzar al oponente hacia delante, primero inicia un ligero empujón al pecho del oponente. Para mantener su equilibrio, el oponente tendrá que resistirse inmediatamente a tu fuerza empujando contra tu propio empujón. Para enviarle hacia delante uno tan sólo necesita dejarse caer sobre esa resistencia.

Generación de la fuerza: Hemos discutido la aplicación de la fuerza pero ahora lo que nos interesa es la forma de aplicar toda nuestra fuerza en el punto correcto. Debemos ser capaces de hacerlo de forma inmediata, relajada, pues es prácticamente imposible hacerlo si el cuerpo se tensa. Existen dos puntos claves aquí:

Nunca llegues a estar tan preocupado con hacer perder el equilibrio al oponente que tú mismo te coloques en una posición incorrecta para aplicar esta fuerza en otras palabras, el concepto de empujar/tirar es poco efectivo cuando tú tienes a tu oponente fuera de equilibrio pero tú no estás en una posición para hacer nada correctamente.

Siempre procura permanecer calmado de forma que puedas tomar ventaja de la debilidad de tu oponente.

Es decir que en el uso de la fuerza analizamos una observación fundamental de la estrategia del equilibrio. A continuación estudiaremos diversas formas de hacer funcionar esta estrategia de forma más fácil. El situar al oponente en una posición en la cual sea más fácil para nosotros proyectarlo es el nombre de Kuzushi, el juego de ponerle fuera de equilibrio. Y el tener el oponente fuera de equilibrio es la clave para una defensa personal efectiva.

Analizando la postura del oponente podemos dividirla en diversas partes:

Dirección.

Coordinación.

Toma de ventaja del tiempo de reacción.

1.) Dirección de perder el equilibrio: ¿En qué dirección deberías romper la postura del oponente si tú estas intentando usar la máxima eficiencia con la mínima cantidad de esfuerzo? Cuanto más grande es la base, más estable se encuentra el cuerpo. Es decir, si tu oponente permanece bien equilibrado, la mejor forma de romper su equilibrio hacia delante o hacia atrás es en la dirección de una línea perpendicular imaginaria que pasa a través de ambos pies. Si tú intentas romper su postura hacia la izquierda o hacia la derecha, la fuerza necesaria será mucho más grande debido a que tiene una base más amplia; esto no sería aplicar al principio de máxima eficiencia con la mínima cantidad de esfuerzo.

Si el oponente está en movimiento, lo mejor es empujarle o tirar de él en la dirección de su movimiento. Si tú aplicas la fuerza en la dirección en la que mueve, dos fuerzas – la tuya y la suya- le llevarán hacia la pérdida de equilibrio permitiéndote a ti continuar la acción con técnicas de golpeo o técnicas de proyección para terminar tu ataque. Cuando un atacante está en una posición de desequilibrio no puede hacer daño a nadie exceptuándose a sí mismo.

2.) Coordinación: Siempre que tú inicies el uso de la fuerza combinado con los principios de Kuzushi has de colocar a tu oponente en una posición de desequilibrio. La mayoría de este peso y fuerza vendrá directamente hacia ti cuando este desequilibrado, y como cualquier ser humano el oponente instintivamente intentará agarrar o tirar para volver a recobrar su postura.

Debes permanecer siempre alerta con el fin de coordinar tu cuerpo y los movimientos de tus pies para que puedas obtener una ventaja absoluta de este tipo de fuerza, pudiéndole llevar al suelo. Es muy importante el uso del cuerpo entero para descolocar el equilibrio del oponente no tan sólo tus manos. Hay dos razones para esto;

Al usar la totalidad del cuerpo incrementamos nuestra fuerza.

Al usar nuestro cuerpo entero nos podemos adaptar y recobrar mucho mejor de nuestras propias acciones.

3.) Tomando ventaja del tiempo de reacción del oponente: en los dos puntos precedentes hemos observado y mirado primero la dirección en la que uno va a romper la postura del oponente para obtener superioridad sobre él, y segundo a la coordinación del cuerpo con el fin de recobrarse de las acciones de desequilibrio. Ahora consideremos las formas posibles para ampliar el tiempo de reacción del oponente, explotándolo de la forma más interesante para nosotros.

Cuando has de defender tu vida, o incluso practicando en el dojo, puedes atacar al oponente una y otra vez, y tal vez la segunda o la tercera puedas efectuar una acción decisiva. Esto ocurre porque el primer o el segundo ataque o defensas ponen al oponente en un «desorden» mientras que nosotros mismos nos colocamos en la mejor posición para golpear o proyectar, es decir hemos tomado ventaja de su fuerza y de un tiempo de reacción más amplio. Por ejemplo, digamos que intentas un Koshi guruma. El oponente debe empujar su cuerpo hacia atrás para impedir ser proyectado. En este punto se ha bloqueado con la idea de volver a una posición estable. En realidad no se da cuenta que al aplicar toda su energía hacia atrás él mismo se coloca en una posición para ser lanzado en esa misma dirección.

Es con estas teorías de fuerza y suavidad que el Judo obtiene su habilidad para ser usado de forma correcta y efectiva en situaciones de defensa personal. Es importante recordar que para proyectar de forma efectiva a tu oponente primero has de hacer algo que la debilite como un atemi-waza. A menudo se ha escuchado por gente de Karate y Tae Kwon Do que ellos desconocían que en Judo se usaran patadas y puñetazos. Recuerda en un tiempo no tan distante al típico golpe de Karate y de Tae Kwon Do con el canto de la mano era conocido como el «golpe de tajo del Judo».

Autor: SENSEI
Publicado: SENSEI
Fuente: jlgarcia.galeon.com

 

¿Eres capaz de defenderte?

La capacidad que tiene una persona de defenderse ante una agresión externa depende esencialmente de tres factores:

1) Corpulencia.


Aparte del aspecto disuasorio que posee una persona corpulenta, desde el punto de vista biomecánico, un individuo de gran altura y peso desarrolla una mayor fuerza en toda acción muscular que realice, que otro individuo de menor corpulencia. Un golpe de puño realizado a la misma velocidad por un individuo de 70 kilogramos de peso produce menos potencia que el realizado por otro individuo de 80 kg.


Si no eres corpulento, tu potencia puede aumentar considerablemente incrementando la velocidad, ya que es uno de los factores (el otro es la fuerza), del binomio que imprime potencia a las acciones musculares.


Es la razón por la que en la mayoría de las discipinas marciales (Boxeo, Judo, Karate, Taekwondo, etc.) existe una estricta división por pesos en los campeonatos deportivos.


Pero recuerda que una persona corpulenta tiene los mismos puntos vitales que tú y que yo.

2) Agresividad


La agresividad es la tendencia a actuar violentamente. Esta tendencia se puede activar súbitamente ante la presencia de una agresión, por medio del instinto de supervivencia, que nos incita a huir o a combatir.


Hay personas más agresivas que otras. Mientras unas reaccionan ante la violencia con gran celeridad e ímpetu, otras apenas presentan oposición. La persona agresiva es propensa a la violencia y tiene a priori, una ventaja cuantitativa -pero no cualitativa- sobre la persona no agresiva.


El entrenamiento en la defensa personal Yawara-Jitsu tiene que contemplar dos facetas esenciales en el tratamiento y gestión de la agresividad: por una parte el control de la misma en un enfrentamiento. La agresividad descontrolada no sirve de nada ya que tenemos que mantener la mente fría, y encauzar la agresividad mediante la técnica apropiada. De otro lado, hay que entrenar asiduamente en situaciones de emotividad, ya que esta se dispara en situaciones de peligro, espoleada por el instinto de supervivencia. Si no hemos entrenado nunca en estas circunstancias, la reacción puede ser de bloqueo mental y físico, ya que la sensación es completamente distinta de la experimentada en clase, y el reflejo condicionado no se produce correctamente.


No te dejes amedrentar por alguien agresivo. Mantén la calma. Recuerda que la agresividad a menudo pretende esconder la inseguridad.


3) Conocimientos en artes marciales


Las artes marciales fueron creadas para la guerra, y en consecuencia, para la supervivencia. Con el paso de los siglos, estas perdieron su función primordial, y la gran mayoría evolucionaron hacia la vertiente deportiva.
No obstante, existen determinadas artes marciales cuya función primordial es la defensa personal, tenida en cuenta como una necesidad de nuestra sociedad.


Adquirir conocimientos en la defensa personal Yawara-Jitsu, aumenta considerablemente nuestra seguridad personal, que de otra forma estaría situada en el ámbito de la improvisación o la especulación.


Un sistema efectivo de defensa personal debe estar basado en la realidad, contemplando la defensa ante cualquier tipo de agresión y en cualquier distancia, y eso es lo que hacemos en Yawara-Jitsu.

F: Enrique Pérez-Carrillo de la Cueva
Soke-Shihan Maestro Internacional de Defensa Personal
Cinturón Negro 7º Dan de Yawara-Jitsu

Cómo enfrentar un acto violento: Los siete componentes para la defensa

Las estrategias y las tácticas para prevenir y enfrentar actos violentos

Componente 1: Psicología de supervivencia
La necesidad de sentirse a salvo y seguro está arraigada en todos nosotros. Muchos psicólogos consideran que el miedo a la violencia interpersonal en una «fobia universal humana».

 
El pensamientos de convertirse en víctima de un criminal o de una acto violento es desasosegante. El miedo sin cortapisas y una sensación de inevitabilidad pueden erosionar nuestra salud y la calidad de nuestras vidas.

Ser consciente de la seguridad no significa ser miedoso, paranoico o temeroso de salir de casa. Al contrario, el conocimiento y las habilidades de la defensa personal construyen un sentimiento de control que es esencial para sentirnos seguros y bien.

La psicología de la supervivencia consta de tres amplias áreas:

1. Entender y controlar el MIEDO.

2. Motivarse para ser «RESPONSABLE» de tu seguridad personal a través del entrenamiento y el estudio; y

3. Entender el impacto que la AUTOESTIMA tiene en la resistencia emocional, la respuesta en una crisis y la selección de víctimas.

Componente 2. Inteligencia de supervivencia


El arma mas poderosa de que dispones es tu cerebro. Entender la dinámica de las confrontaciones puede tener una gran importancia en tu capacidad para reconocer, evitar o responder efectivamente a la violencia.

La inteligencia de supervivencia es el cultivo del conocimiento, la intuición, la observación del medio y la evaluación de capacidades. Toda situación violenta es precedida por incidentes que dan pistas. Saber como reconocerlos y responder a ellos es la esencia de una defensa personal efectiva.

Componente 3. Entender la selección de víctimas


Los psicólogos pusieron una cinta a presos penitenciarios condenados por crímenes violentos. La cinta mostraba varias personas en sus actividades diarias. Los presos tenían que indicar a qué personas de la cinta seleccionarían ellos como víctimas.

Los investigadores se sorprendieron de la consistencia de las elecciones. Un análisis de los resultados identificó rasgos únicos comunes en todos aquellos que fueron seleccionados y en los que fueron obviados.

No todo el mundo se convertirá en una víctima de un crimen violento. De hecho, por cada víctima, hay docenas de personas más que son evaluadas y no atacadas.
Al saber que lo primero es el proceso de selección, y al entender los criterios de un «objetivo deseable», puedes influir en el mismo.

Las personas que entrenan artes marciales raramente son enfrentadas. Su consciencia del medio y sus habilidades (movimiento, posición, etc) proyectan señales inconscientes a los predadores de que no son un blanco fácil. Los predadores buscan en otro lado.

Componente 4. Reconocer comportamientos predatorios


No hay unas características físicas que separen a las personas que victimizan a otras de las que no. Normalmente son iguales que cualquier otra persona. Sin embargo, su comportamiento es otra cosa. La mayor parte de la comunicación es no verbal. Transmitimos mucho de lo que pretendemos en la forma de comunicarnos y comportarnos.

Hay esencialmente dos tipos de «chicos malos» de los que hay que estar prevenidos. El predador, que sale deliberadamente a localizar, seleccionar y atacar una víctima conveniente, y la bomba de tiempo andante. El segundo es inestable emocionalmente y tiende a tener explosiones violentas. Al contrario que el predador, que es más metódico en su acercamiento, la bomba de tiempo estallará con cualquiera que se encuentre en su camino.

Al entender los métodos de selección y ataque predatorios, serás capaz de reconocerlos y evitarlos. Esto conlleva aprender a detectar y reconocer los indicios que identifican a un asaltante potencial antes de que el proceso de selección se haya completado.

Componente 5. Teoría de la opción de respuesta


Es peligroso y negligente implicar que hay una una única solución a TODAS las situaciones amenazantes. Hay, de hecho, un rango de respuestas disponibles. La situación y las circunstancias dictarán cual de ellas es la mas apropiada.

Al aprender un sistema de responder, debes considerar también las consecuencias legales de tus acciones. Todos tenemos el derecho legal a defendernos. Sin embargo, ¿en qué punto se convierte la respuesta en excesiva? ¿Cómo sabemos cuanta fuerza usar para defendernos? Cualquier programa de defensa personal debe tratar el tema del derecho legal a la defensa, como responder apropiadamente y como justificar tus acciones.

Hay cinco categorías de respuestas relevantes en situaciones de enfrentamiento. Son:

– Acatamiento
– Escapar
– Disminución de la intensidad
– Firmeza
– Pelear

Cual es la más apropiada depende de las circunstancias y la naturaleza de la confrontación. Debes poseer habilidades en cada categoría de respuesta así como conocimientos acerca de cuando debe aplicarse cada una.

Componente 6: Prevenir siempre que sea posible


Los consejos sobre prevención son pasos simples y precauciones que debes tomar en cuenta para reducir la posibilidad de convertirte en víctima de un crimen. De todas formas, estas listas pueden enumerar cientos de cosas a hacer o no hacer.

No es probable que las recuerdes todas. Tampoco lo necesitas. Si entiendes los principios que operan tras ellos, podrás improvisar tácticas de seguridad en el momento. Armado de este conocimiento y tu sentido común, puedes incorporar aquellas precauciones con las que te sientas cómodo y que concuerden con tu estilo de vida.

Casi todos los sitios de defensa personal y policía sobre prevención de crímenes tienen una lista de consejos para reducir el riesgo de un encuentro violento o criminal. Su número puede ser descorazonador. ¿Por dónde comenzar?

Una aproximación más práctica para incorporar los consejos sobre prevención es entender los principios en los que se basan. Si entiendes los fundamentos serás capaz de improvisar estrategias de seguridad que sirvan a tus necesidades.

Todos somos diferentes y tenemos diferentes preocupaciones y necesidades. El grado en el cual incorporas los consejos de seguridad depende de tus circunstancias, el ambiente en el que te mueves, el riesgo potencial e incluso tu personalidad.

En este artículo te proveeré las cinco categorías de estrategias de prevención. Entonces será cuando te de las ideas específicas para ayudarte a entender como se aplican los fundamentos. No te preocupes con memorizarlas. Intenta entender cómo funcionan. Decide si el consejo tiene sentido y si te es útil.

Estrategias para prevenir actos violentos



1. Detección

Los delincuentes no quieren que les cojan. Incrementando tu visibilidad ante testigos o llamando la atención sobre un asaltante es menos probable que se inicie una confrontación. Las estrategias para tomar conciencia del medio y los dispositivos de detección entran en esta categoría.

2. Intrusión

Un delincuente no puede asaltarte si antes no llega físicamente a ti. Estas tácticas conllevan asegurar tu medio para inhibir el acceso del asaltante. Mantener a personas indeseadas fuera de tu hogar y vehículo, o interponer una barrera entre tú y tú atacante son ejemplos de este principio.

3. Aislamiento

Lo más probable es que un delincuente te ataque cuando estás solo. El 96 % de los violadores comprueban que su supuesta víctima está sola antes de atacar. Cuanto mas probable sea que el asalto se vea interrumpido o sea visto, menos probable es que se inicie.

4. Respuesta

Responder para evitar un ataque es muy superior a reaccionar ante él una vez se ha iniciado. Las habilidades de respuesta comienzan por prestar atención a lo que te rodea y ser capaz de detectar y reconocer cuando estás siendo evaluado como potencial víctima. Esta estrategia se centra en localizar e identificar peligros potenciales y responder de manera tal que desbarate las situaciones volátiles.

5. Reacción

La reacción implica la toma inmediata de acciones físicas una vez has confirmado que estás siendo atacado. Cuanto más sabes sobre lo que tienes que hacer para evitar un ataque físico, y lo antes que planees esas acciones, mas probable es que tengas éxito al defenderte y ponerte a resguardo.

Tácticas para prevenir actos violentos



Las tácticas de prevención se basan en una o más de las estrategias ya citadas. Estas tácticas se organizan según la situación y el medio. Tienes que identificar los principios subyacentes en los que se basa cada una y considerar con cuales estarás más cómodo al incorporarlas a tu vida.

A continuación se van a enumerar una serie de tácticas para esas situaciones en las que te encuentras en una situación incontrolada, como cuando vas o vienen de casa, del trabajo, etc. Aunque es preferible evitar áreas de riesgo, esto no es siempre posible.

– Evita los lugares aislados con pocas personas. Si estás solo es mas probable que seas objeto de un asalto.

– La hora del día es un factor importante. A altas horas de la noche hay menos tráfico y un asaltante tiene menos posibilidades de que le cojan o le vean. Un lugar que puede ser seguro de día puede ser todo lo contrario de noche.

– Cuando estés en la calle, asegúrate de que ejercitas tu capacidad de observación. Se consciente de lo que te rodea. Mira sobre tu hombro de vez en cuando y evita sitios aislados y escondrijos potenciales.

– Cuando camines, hazlo por calles bien iluminadas y mucho tráfico o gente. Si no hay acera, considera el caminar por el lado izquierdo de la carretera, dando la cara al tráfico. Esto dificultará que un coche te siga sin ser detectado.

– En la ciudad, camina por el lado de lado de la acera que da al asfalto. Hará mas complicado que alguien que se esconda tras una esquina o en un portal te agarre antes de que puedas reaccionar.

– Si crees que te están siguiendo y tus sospechas se confirman al cruzar la calle, grita y corre a un lugar público. Considera también el colocar un obstáculo entre tú y tú perseguidor.

– Si vas a pasear, correr o a la parada del transporte público, intenta ir con un amigo. Cuando vayas a correr no lleves auriculares. Reduce la capacidad de detectar a un atacante que se acerque por detrás.

– Evita pasear solo y de noche cuando estés enfadado o hayas bebido, pues tus niveles de conciencia serán bajos.

– Conoce el área y las rutas de escape. Familiarízate con las tiendas, gasolineras y otros lugares que estén abiertos a la hora en que viajes. Si no conoces la zona, evita los atajos, puedes acabar en un callejón sin salida o aislado.

– Apréndete el horario del autobús para no tener que esperar mas de la cuenta.

– Si sabes que te están siguiendo, date media vuelta y mira al perseguidor. Proyecta una actitud asertiva, toma nota de su descripción y características físicas. Si lo puedes evitar, no vayas directamente a tu casa. El perseguidor sabría entonces dónde vives y podría intentarlo en otro momento.

– Ten las llaves a mano al acercarte al portal o al coche, e incluso al dar un paseo. Si ves un asaltante potencial, puedes entrar sin demora en el portal o coche. Las llaves pueden ser además un arma de defensa personal efectiva, que sería inútil en el fondo del bolso o bolsillo.

– Si ves a una persona o grupo de gente sospechoso, rodéalo o cruza la calle.

– Ten en cuenta tu ropa y calzado por sus posibilidades de defensa y escape.

– Evita mostrar públicamente dinero en cajeros automáticos, tiendas, bancos, al subir al autobús…

– Si llevas bolso, apriétalo firmemente bajo la axila o llévalo cruzado en bandolera. Si alguien te da un tirón, déjalo ir. Lo que lleves dentro no merece los daños que puedas sufrir.

– Intenta aparcar el coche en un aparcamiento vigilado o en una zona bien iluminada y animada.

– Cierra las puertas del coche, tanto si estás dentro como no. Si vas por un área urbana, lleva las ventanas tan subidas como te resulte cómodo.

– Si tienes varios paquetes o bolsas, cierra primero el auto y organízalos después.

– Cuando acompañes a un amigo, espera hasta que esté dentro del portal o del coche antes de irte. Pide a tus amigos que hagan lo mismo.

– Lleva dinero de «emergencia» para el autobús, taxi, una llamada, etc.

Componente 7. Métodos de entrenamiento



La competencia resulta de la combinación de tu condición física, habilidades y actitudes. Las habilidades de defensa personal efectivas son el resultado de incorporar gradual y coherentemente hábitos de seguridad en tu vida diaria. Para aquellos que toman el tiempo de apuntarse a una clase de defensa personal, recordar que sin revisión y práctica, el 70% de lo que aprendas será olvidado.

Hay muchos aspectos positivos en adoptar el estudio y la práctica de la defensa personal en tu régimen. Puede usarse para mejorar la forma física, liberar estrés y crear hábitos mas seguros que reduzcan el potencial de ser abordado o atacado.

Fuente: combatargentinadefensetactics.blogspot.com

El Maestro Higaonna, Karateca de Nacimiento.

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Morio Higaonna comenzó el estudio del karate a la edad de 15 años bajo la dirección de su padre, un policía de Okinawa. Continuó su entrenamiento en el colegio de secundaria y posteriormente en la escuela comercial de Naha. Karatekas de diferentes estilos se encontraron y practicaron juntos el Shorin Ryu (ancestro de la Shotokan) y goju ryu.
A los 17 años es invitado a entrenar bajo la dirección de Miyazato Sensei, en un dojo situado en la casa personal de Chojun-Miyagi. El entrenamiento tiene lugar la mayor parte del tiempo en el jardín donde hay varios makiwaras y pesas para musculación. Entrena ocho horas al día y el entrenamiento es tan intenso que sufrirá desfacclecimientos y fatiga psíquica.
Cuando pasa a la escuela superor Hogaonna comienza a estudiar Kobu-jutsu okinawense bajo la dirección de Kasahara Sensei. Después de terminar sus estudios comerciales. Higaonna entra en el Banco del Naha, después de un año lo deja y decide consagrarse al karate.
En 1959, cuando Higaonna ha pasado el examen de tercer Dan, abandona Okinawa para ir a Japón. Entra en la Universidad Takushoku Dai Gaku en 1960. Sale unos años más tarde con la licencia de exportador-importador.
Durante sus estudios se entrena en Yoyogi, un barrio de Tokyo, en el dojo del Maestro Aragaki, estilo Shoriu Tyu. Aragaki se fija en el joven okinawense y le pide que enseñe al estilo goju ryu. Higonna parte la semana en dos: el da los cursos los jueves, viernes y sábados, y en menos de dos meses después setecientos estudiantes siguen sus enseñanzas. Alcanza el título de Higaonna Sensei. Paralelamente a sus cursos continúa su entrnamiento en Kobudo bajo la dirección de Taira Shiuken Sensei, experto okinawense en Kobujutsu.


Higaonna comienza igualmente a dar clases en numerosos gimnasios y una sección de la Universidad de Takushuki. También imparte sus enseñanzas a extranjeros que son siempre bien acogidos en el dojo.
No disocia el Kumite y la Kata. El karate es un todo que se debe descubrir progresivamente. Los profesores okinawenses son generalmente opuestos al karate de competición. Higaonna piensa que es una etapa en el progreso y que debe ser uno mismo el que juzgue su importancia.
Jamás ha fumado o bebido alcohol y continúa entrenándose diariamente. Cada año vuelve a Okinawa para trabajar con su maestro y camaradas.
Él ha definido el karate como «un estudio de relaciones humanas».

EL KARATE ES UN ESTUDIO DE RELACIONES HUMANAS
– ¿ Quién ha sido el maestro que más le ha influido ?
– El maestro Haichi ha sido el que más me ha influido entre todos los que he tenido.
– ¿Cómo se metió dentro de las artes marciales?
– Por circunstancias. Mi padre también practicaba karate y yo quería también aprender para defensa personal, para tener buena salud física, etc. Así que empecé a los 15 años y a los 17 me metí en el goju ryu, desde entonces éste ha sido el único estilo que he practicado.
– Usted tiene un cargo federativo de cierta importancia en Japón. ¿Cree que algún día el karate será olímpico?
– No creo que sea algo que se pueda realizar a corto plazo, aunque personalmente estoy de acuerdo en la adhesión al Comité Olímpico, pero sin perder el espíritu del karate, lo que ocurre es que si se respeta esto nunca será deporte, habría que aguardar a ver lo que ocurre en el futuro, pues si se enfoca bien será muy positivo.

– Cree que en occidente se comprende el espíritu del karate. ¿No se ha enfocado como deporte desde hace años?
– Bueno, los jóvenes es indiscutible que lo han enfocado todo hacia la competición, por tanto, más hacia el camino deportivo , pero hay gente, que ya no es tan joven y lleva años entrenando, que empezaron a profundizar hace tiempo, llegando a comprender el auténtico espíritu marcial, para estos no es un deporte.
– ¿Qué diferencias hay entre el goju ryu de Okinawa y la escuela de Japón?
– Ninguna, son las dos la misma sólo existen unas pequeñas variaciones en los katas.
– Para un maetro como usted ¿qué significa un kata?
– El karate en sí es el kata, cuando se realiza, aunque sea de pocos movimientos, a base de repetirlos te cuestiona a ti mismo, entrenando día tras día, llega el momento en que encuentras el auténtico espíritu. Este es el momento más importante de todos los años de práctica.

-Creo que los katas de la goju ryu han permanecido inalterables desde su creación, cosa que no ha ocurrido con otros estilos ¿Es esto cierto?
– Han sufrido variaciones, pues no se ejecutan igual que cuando los creó el maestro Miyagi. cuando éste regresó de China hizo las bases de los katas. Pero luego evolucionando hizo algunas variaciones en ellos, hoy en día se ejecutan prácticamente igual, aunque es posible que algún maestro haya considerado variar algunos movimientos, para hacerlos más perfectos. Pero en su contexto la goju ryu sigue efectuando los katas y la técnica básicamente a como lo enseñó el creador, el gran maestro Miyagi.
– Hay gente que piensa que por guardar la tradición hay estilos que se han quedado anticuados. Hoy por hoy se ha comprobado que los más efectivos luchadores en un ring son los de Tahi Boxing, ¿qué pasa, que el karate no es válido a la hora de pelear en la calle?
Depende, el más fuerte es el más fuerte, aunque sea de Thai boxing, full contact, karate, también depende de quien pelee y las cualidades que tenga.

– ¿Cree que tal y como se enseña el karate en occidente la gente llegará algún día a alcanzar el nivel de Yamaguchi Godan «El gato»?
– En Okinawa el máximo exponente de la goju ryu es el maestro Miyagi, adquirir su nivel o intentar compararse con él es ridículo.
– ¿Por qué hay tanta diferencia técnica entre los japoneses y los occidentales, sobre todo a la hora de ejecutar un kata?
– Creo que es algo que se lleva dentro, por ejemplo, aquí vienen muchos japoneses a aprender danza y a tocar la guitarra, por muy bien que lo hagan nunca se podrán comparar con ustedes. Es posible que algún día destaque uno, pero será la excepción, igual pasa en karate, creo que algo que llevamos dentro nos hace sentir el karate de forma diferente a los occidentales.

– ¿Qué opina de la competición deportiva?
– Es una etapa por la que se pasa al principio, después cuando alcanzas otro nivel buscas otras cosas diferentes, en la actualidad la veo muy limitada, pues no se puede golpear con codos, rodilla y ciertas patadas efectivas. Entonces hay muchos profesores que enseñan sólo a competir y olvidan las técnicas eficaces del karate que cada día son menos conocidas y practicadas, creo que sería algo bueno el construir unas protecciones eficaces y hacer más amplio el reglamento de las competiciones, para que el público pudiera presenciar un mayor número de técnicas y los competidores estuvieran menos limitados a la hora de pelear.
– ¿Qué opina del karate kiukushinkai?
– Es un estilo que abarca el karate digamos tradicional y el moderno, se trabaja con pesas, sacos, etc., y se cultiva también el Do, el karate espiritual. Dentro de los combates se busca una realidad, es uno de los estilos más practicados en el mundo.
– ¿Qué nos puede decir sobre el creador de la kiukushinkai, M. Oyama, pues él practicó durante años el goju ryu?
– No sé mucho de él, tan sólo que entrenó con Yamaguchi Goden.
– Por último, ¿qué le gustarís decir a nuestros lectores?
– Que entrenando es la única forma de obtener resultados, que siempre tengan esto en cuenta.
– Gracias por todo, maestro.

Autor: PEDRO CONDE
Publicado: KARATEKA/ jlgarcia.galeon.com

¿Eres capaz de defenderte?

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La capacidad que tiene una persona de defenderse ante una agresión externa depende esencialmente de tres factores:

1) Corpulencia.


Aparte del aspecto disuasorio que posee una persona corpulenta, desde el punto de vista biomecánico, un individuo de gran altura y peso desarrolla una mayor fuerza en toda acción muscular que realice, que otro individuo de menor corpulencia. Un golpe de puño realizado a la misma velocidad por un individuo de 70 kilogramos de peso produce menos potencia que el realizado por otro individuo de 80 kg.


Si no eres corpulento, tu potencia puede aumentar considerablemente incrementando la velocidad, ya que es uno de los factores (el otro es la fuerza), del binomio que imprime potencia a las acciones musculares.
Es la razón por la que en la mayoría de las discipinas marciales (Boxeo, Judo, Karate, Taekwondo, etc.) existe una estricta división por pesos en los campeonatos deportivos.


Pero recuerda que una persona corpulenta tiene los mismos puntos vitales que tú y que yo.

2) Agresividad


La agresividad es la tendencia a actuar violentamente. Esta tendencia se puede activar súbitamente ante la presencia de una agresión, por medio del instinto de supervivencia, que nos incita a huir o a combatir.
Hay personas más agresivas que otras. Mientras unas reaccionan ante la violencia con gran celeridad e ímpetu, otras apenas presentan oposición. La persona agresiva es propensa a la violencia y tiene a priori, una ventaja cuantitativa -pero no cualitativa- sobre la persona no agresiva.


El entrenamiento en la defensa personal Yawara-Jitsu tiene que contemplar dos facetas esenciales en el tratamiento y gestión de la agresividad: por una parte el control de la misma en un enfrentamiento. La agresividad descontrolada no sirve de nada ya que tenemos que mantener la mente fría, y encauzar la agresividad mediante la técnica apropiada. De otro lado, hay que entrenar asiduamente en situaciones de emotividad, ya que esta se dispara en situaciones de peligro, espoleada por el instinto de supervivencia. Si no hemos entrenado nunca en estas circunstancias, la reacción puede ser de bloqueo mental y físico, ya que la sensación es completamente distinta de la experimentada en clase, y el reflejo condicionado no se produce correctamente.


No te dejes amedrentar por alguien agresivo. Mantén la calma. Recuerda que la agresividad a menudo pretende esconder la inseguridad.

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3) Conocimientos en artes marciales


Las artes marciales fueron creadas para la guerra, y en consecuencia, para la supervivencia. Con el paso de los siglos, estas perdieron su función primordial, y la gran mayoría evolucionaron hacia la vertiente deportiva.
No obstante, existen determinadas artes marciales cuya función primordial es la defensa personal, tenida en cuenta como una necesidad de nuestra sociedad.


Adquirir conocimientos en la defensa personal Yawara-Jitsu, aumenta considerablemente nuestra seguridad personal, que de otra forma estaría situada en el ámbito de la improvisación o la especulación.
Un sistema efectivo de defensa personal debe estar basado en la realidad, contemplando la defensa ante cualquier tipo de agresión y en cualquier distancia, y eso es lo que hacemos en Yawara-Jitsu.

Fuentes: Enrique Pérez-Carrillo de la Cueva
Soke-Shihan Maestro Internacional de Defensa Personal
Cinturón Negro 7º Dan de Yawara-Jitsu

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¿POR QUÉ FUNCIONA EL TAI CHI CHUAN COMO DEFENSA PERSONAL?

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La imagen que hoy se tiene del Tai Chi Chuan a nivel popular es de una danza suave muy apropiada para la salud.

Si bien es cierto que esta faceta saludable del Tai Chi se ha extendido mucho entre la población mundial, debido a la necesidad de la gente de bajar sus niveles de estrés y ansiedad en un mundo cada más acelerado. Al mismo tiempo esto ha provocado una gran distorsión sobre el Tai Chi Chuan original, que como la palabra dice (Chuan = puño o sistema de combate) es originalmente un arte marcial.

Los que conocemos con un poco más de profundidad este arte marcial, sabemos lo letal que puede llegar a ser y lo adecuado que es como auténtica y verdadera defensa personal.

A pesar de las dificultades que presenta un artículo escrito para poder tratar este tema en toda su amplitud, trataré de explicar humildemente, con sencillez y claridad, algunos de los argumentos sobre qué es tan poderoso el Tai Chi Chuan como defensa personal.

En primer lugar, todos los expertos en defensa personal real que he podido consultar en varios años tienen un denominador común: “el arma más poderosa que usted tiene ante una situación de violencia o agresión es. SU MENTE”.

Precisamente el Tai Chi Chuan es un arte marcial interno, es decir, un arte marcial donde además de trabajar con el cuerpo se trabaja también con la mente. Es más, en el auténtico Tai Chi Chuan se busca que la auténtica fuerza, el verdadero poder salga de la mente y se manifieste a través de ella luego en el cuerpo.

En este arte marcial se busca trabajar con el Chi, que es una energía superior, mucho más fina y potente que la fuerza muscular. Y se enseña que el Chi lo mueve la mente, es decir, la mente tiene el poder de modificar el Chi de una persona, y éste a su vez modificará el cuerpo.

No es mi intención ni tengo espacio en este artículo para polemizar sobre la existencia y realidad de Chi. Si el lector está interesado le recomiendo que lea: “El libro del Ki” de Koichi Tohei” u otros tratados ya publicados al respecto.

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En el entrenamiento del Tai Chi de combate, el practicante se entrena en mantener el cuerpo relajado y la mente concentrada, sin ansiedad, mientras está sometido a presión. Esto determina una serie de fenómenos como los que a continuación destaco:

– Poder soltarse de cualquier llave, luxación o agarre por parte del adversario.

– Cuando el cuerpo está completamente relajado y la mente concentrada y en silencio, se desarrolla la intuición del cuerpo, lo cual permite, por ejemplo,  bloquear un golpe lanzado hacia nosotros con poco esfuerzo, absorbiendo la energía del golpe sin recibir daño. Además se observa que la persona que lanzó el golpe es la que recibe el daño. Es como si la energía que lanzó, al no encontrar respuesta o apoyo en el adversario volviera al atacante perjudicándole a él mismo.

– Así también, esta intuición del cuerpo, unificado con la mente permite que lleguemos a tiempo para poder parar el golpe de puño, de pierna, un ataque de cuchillo, etc. Incluso, en múltiples ocasiones anticiparnos a él.

– También el “Arte de la Suavidad” permite en el practicante desplazamientos sutiles del cuerpo que hacen al luchador estar fuera de la línea de acción del adversario, así como poder acercarse a él sin que se de cuenta, generando en el adversario una gran sorpresa.

– Cuando se lanzan los golpes de percusión, llamados en este arte Fa Chi o Fa Jin. El adversario es sorprendido, pues son golpes que salen sin avisar, sin “telegrafiar” el golpe, pues no necesitan de la energía mecánica del cuerpo que necesita un golpe convencional.

Así,  estos golpes de percusión, sorprenden al adversario, produciéndole además un gran daño, tanto por la potencia que son capaces de generar, como por la sorpresa que producen en el adversario.

A nivel electromagnético, cuando una persona va a recibir un golpe, de manera inconsciente “cierra” su cuerpo, haciendo que el golpe quede en la superficie, esto es natural, forma parte de los instintos naturales del cuerpo.

Pero cuando la persona recibe un golpe de Tai Chi, no es capaz de reaccionar a tiempo y no cierra su cuerpo a nivel electromagnético, permitiendo esto que el golpe penetre en profundidad en el cuerpo produciendo un estado de ”Shock”, algo así como un cortocircuito que hace que la persona quede completamente anulada.

– Con las luxaciones, proyecciones y puntos vitales, pasa exactamente lo mismo, cuando éstas se realizan con Fa Chi, el adversario no puede resistir esa fuerza, pues es de una dimensión diferente y superior a la fuerza muscular y es anulado por completo.

Por supuesto que esto requiere un entrenamiento exhaustivo, pero es lo mismo en cualquier otro arte marcial o en cualquier otro arte en general. Pero cuando esto se entrena de manera continuada durante el tiempo necesario, produce unos efectos muy poderosos y de alta calidad.

– Por otro lado, el Tai Chi de combate, como decíamos antes entrena muy fuertemente toda la parte psicológica, trabajando el rebajar al mínimo la ansiedad en plena situación de estrés u opresión, como es un combate. Esto produce unos beneficios extraordinarios en el practicante, pues le hace desarrollar la serenidad y la concentración en caso de peligro, que, como decíamos antes y como dicen todos los que saben de verdad sobre defensa personal es el arma más importante que tenemos para salir bien parados de ello.

No quiero alargar más este artículo, confiando en que será suficiente para hacer pensar a aquellas personas que investigan con honradez y buen corazón en el mundo de las Artes Marciales. Tan sólo decir, que esto es tan sólo una breve exposición del tema y que por supuesto es muy ampliable.

En la escuela Wu S’hin trabajamos el Tai Chi de combate con la intención de poder mostrar todo esto de forma práctica a los sinceros practicantes que se acercan a nuestras puertas con la sana intención de profundizar un poco en el mundo de las Artes Marciales.

Fuente: http://jlgarcia.galeon.com

Carlos Pedro Bernat

Profesor de Tai Chi de Combate y Defensa Personal.

Mail taichi5castellon@gmail.com